Estamos comprometidos con el impulso de obras y servicios que generen calidad de vida, sobre todo a favor de familias de bajos ingresos, pueblos indígenas o personas con alguna discapacidad, y con crear condiciones propicias para la atracción de inversiones y ampliación o creación de empresas que fomenten el empleo.

El futuro mira a Centro con esperanza. La esperanza en las niñas, niños, adolescentes y jóvenes; en el trabajo de sus hombres y mujeres; y en la confianza de quienes invierten su patrimonio en el campo, la industria, el comercio y los servicios.

Cada familia suma sus esfuerzos y anhelos, sus historias de vida y de trabajo, a la transformación de nuestro municipio.

Escribamos una historia colectiva que trascienda al inicio de la próxima década, con logros incluyentes y duraderos. Una historia que nos una día a día como una gran familia, con un origen y destino compartido, bajo el principio moral de Honestidad y Resultados.